Amigo de lo ajeno -pues así en realidad se llama, sólo que alguien se me adelantó...ni para chorro sirvo- pretende nada más compartir algunos fragmentos de texto que por algún motivo son inusuales, curiosos, llamativos. Esperemos que no nos vengan con cuestiones legales por citar a nuestros amigos desconocidos. Cualquier cosa avisen, así salimos corriendo con tiempo hacia el Paraguay.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
tendremos que esperar a que febo asome con furia, entonces... mientras tanto, a consumir la del tratado común? No sé, dudo...
ResponderEliminarAbrazo Amudsen!